domingo, 30 de noviembre de 2014

Homenaje a Adolfo Gutiérrez Viejo

El sábado 27 de noviembre de 2014 nos hemos reunido algunos de quienes fuimos alumnos de la Cátedra de Órgano de Alicante en el periodo en que Adolfo Gutiérrez Viejo ejerció su magisterio en tierras alicantinas. Benidorm, con su gran órgano de Federico Acitores, el párroco D. Luis y el aglutinador que ha conseguido reunirnos a todos, Juan Antonio Espinosa, han sido los anfitriones de este feliz reencuentro.


En esta foto puede verse a los protagonistas de este acto, de izquierda a derecha: Federico Acitores, Juan Antonio Espinosa, Adolfo Gutiérrez Arenas, el párroco D. Luis, Paco Amaya, Adolfo Gutiérrez Viejo, Miguel Bernal, Manolo Torregrosa y Carlos Rafael Pérez.

El Acto empezó con la locución de Juan Antonio Espinosaresentando a los músicos que ibamos a actuar, quienes tuvimos la oportunidad de dirigir unas palabras de agradecimiento a Gutiérrez Viejo por lo que supuso en nuestras vidas. El maestro estaba feliz y emocionado por la presencia de sus alumnos y de su familia.


El concierto se inició con la actuación del violonchelista Adolfo Gutiérrez Arenas quien interpretó varios movimientos de la Suite nº 6 de Bach. 


Tras la magistral intervención de Adolfo empezó el turno de los organistas, Miguel, Manolo, Carlos y yo ofrecimos obras de Bach. Miguel y yo incluimos obras de Adolfo Gutiérrez Viejo. Toda una fiesta musical. Música y sentimientos de gratitud para un Maestro que nos cambió la vida.


Adolfo Gutiérrez Viejo cambió el rumbo de mi vida. Al acabar mis estudios musicales tenía intención de matricularme en el Conservatorio superior de Alicante para seguir mis estudios de piano. No puede hacerlo ya que no quedaban plazas libres y en su lugar me matriculé de órgano ya que sabía que en la Iglesia de San Jorge de Alcoy se iba a instalar un nuevo organo que en ese momento construía Alberto Blancafort.

Hacía poco que había llegado a Alicante un organista leonés proveniente de Munich. Adolfo produjo en mi un vuelco, exigía disciplina y te daba todo su saber, sin reservas. Quería que salies de Alcoy y de Alicante, que perdiese mi provincianismo, que tocase obras de Messiaen y de autores actuales. Conocer a Buxtehude, Bach, Cesar Franck y tantos otros me transformo. Adolfo quería que siguiese estudiando piano para tener "más dedos" pero que finalmente me decantase por los estudios superiores de órgano. Esta no era mi intención pero haber tenido en Alicante dos profesores de piano poco diligentes y alunados me dejó en brazos del órgano y de Adolfo.

Adolfo inauguró el órgano de Alcoy junto a la soprano Lola Arenas, su mujer. Actúo varias veces durante esos años en mi ciudad. Organizo conciertos a través de la diputación, llevó a Alcoy a Hubert Meister, nos hizo tocar por toda la provincia, incluso cobrando más de lo que ahora se paga. 

En Alicante no se enteraron bien de quien era Adolfo, pronto llegaron las zancadillas desde dentro del conservatorio. Muchos profesores reivindicaban la elección democrática de su director y fueron expedientados, llegando incluso a la suspensión de empleo y sueldo de dos de ellos. Adolfo sigue como siempre igual de peleón, con su sentido de justicia tan arraigado. Otros que se quedaron por Alicante no han  seguido sus pasos, se acomodaron y así le va a Alicante. Yo fui testigo de la entereza de Adolfo y de la firmeza de sus convicciones. Le acusaban de dedicarse a actuar y a no dar las clases. Si en algún momento dejo de darme una clase por actuación después me recuperó el doble. Las clases con él duraban varias horas. 

Un día nos reunió en la cafetería Delfín y nos dio la noticia: me voy. Aún no me he recuperado del susto. Mi apuesta, el órgano, se veía amenzada por la ausencia del gran maestro. Era casi imposible ir a estudiar con él a Asturias y ahí empezó mi peregrinaje por varios sitios de España sin éxito. Tras estudiar con Adolfo, todos los demás maestros me parecían poco. Las clases eran un bolo para ellos.
Tras mucho peregrinar tuve la ayuda de Vicente Ros quien me acogió sin interés económico alguno y me ayudo a seguir creciendo como organista.

Adolfo dinamizó culturalmente la provincia de Alicante, mostró que se podía actuar por amor a la música y no al dinero y sembró, prueba de ello es la trayectoria de algunos de sus alumnos, que mejor ejemplo que Miguel Bernal, Catedrático de órgano en Madrid, hombre culto, trabajador, desinteresado, investigador valioso y buen compañero.



Quiero agradecer a D. Luis, el párroco de San Jaime de Benidorm y muy especialmente a Juan Antonio Espinosa la organización de este acto. Juan Antonio no llegó a estudiar órgano pero fué influenciado por el Maestro Gutiérrez Viejo tanto o más que sus alumnos organistas. Juan Antonio si que supo ver quien había pasado por delante de nosotros, Adolfo, que si fuese futbolista le llamarían "Torpedo Adolfo", "Rayo Adolfo"...